¿Experiencias fuera del cuerpo? Tu cerebro es el culpable
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Recientes investigaciones sugieren que este tipo de experiencias están ligadas exclusivamente al proceso de las señales por parte del cerebro.
Hay sensaciones espeluznantes, más comunes de lo que se podría pensar: Un hombre describe la sensación de la figura de una sombra que se encuentra tras él, pero cuando se gira para buscarla no encuentra nada. Una mujer se siente abandonando su cuerpo y flotando en el espacio, mirando hacia abajo su propio cuerpo.
Tales experiencias son a menudo atribuidas, por aquellos que las tienen, a fuerzas paranormales.
Pero de acuerdo con los recientes trabajos de los neurocientíficos, pueden ser inducidos enviando suaves corrientes eléctricas a puntos del cerebro. En una mujer, por ejemplo, una descarga en una región del cerebro llamada giro angular dio como resultado la sensación de que estaba sostenida en el techo, mirando su cuerpo que estaba debajo. En otra mujer, una corriente eléctrica sobre el giro angular produjo el sentimiento extraño de que alguien estaba tras ella, intentado interferir en sus acciones.
Las dos mujeres estaban siendo evaluadas para una intervención quirúrgica de epilepsia en el Hospital Universitario de Ginebra, donde los doctores implantaron docenas de electrodos en sus cerebros para marcar el tejido anormal causante de los ataques y para identificar áreas adyacentes involucradas en el lenguaje, audición y otras funciones esenciales que deberían evitarse en la intervención. Cuando se activó cada electrodo, estimulando una parte distinta del tejido cerebral, se preguntó al paciente por lo que estaba experimentando.
El Dr. Olaf Blanke, neurólogo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza, que fue quien llevó a cabo los procedimientos, dijo que las mujeres tenían un historial psiquiátrico normal y que estaban aturdidas por la naturaleza extraña de sus experiencias.
El número del 21 de septiembre de la revista Nature incluye un artículo hecho por el Dr. Blanke y sus colegas de la mujer que sintió la sombra de una persona tras ella. Describieron las experiencias fuera del cuerpo en el número de febrero de 2004 de la revista Brain.
No hay nada místico en estas fantasmales experiencias, dijo Peter Brugger, un neurocientífico del Hospital Universitario de Zurich, quien no estaba involucrado en los experimentos pero es un experto en los miembros fantasmas, la sensación de sentir que se te ha amputado un miembro, y otros fenómenos de distorsión cerebral.
“La investigación demuestra que el ‘yo’ puede ser separado del cuerpo y puede vivir una existencia fantasma por sí mismo, como en una experiencia fuera del cuerpo, o puede sentirse fuera de un espacio personal, en un sentido de presencia”, dijo el Dr. Brugger.
Los científicos han conseguido una nueva comprensión de estas extrañas sensaciones corporales así como nuevos conocimientos sobre cómo trabaja el cerebro, dijo el Dr. Blanke. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que algunas áreas del cerebro combinan información de varios sentidos. La vista, oído y tacto son procesados inicialmente en las regiones sensoriales primarias. Pero entonces fluyen juntas, como afluentes hacia un río, para crear toda la percepción de una persona. Un perro es reconocido visualmente mucho más rápido si está simultáneamente acompañado del sonido de su ladrido.
Estas regiones de procesado multisensorial también desarrollan las percepciones del cuerpo al moverse a través del mundo, dijo el Dr. Blanke. Los sensores de la piel proporcionan información sobre la presión, dolor, frío y sensaciones similares. Los sensores de las uniones, tendones y huesos le dicen al cerebro dónde está posicionado el cuerpo en el espacio. Los sensores de los oídos registran el sentido del equilibrio. Y los sensores de los órganos internos, incluyendo el corazón, el hígado y los intestinos, proporcionan una lectura del estado emocional de una persona.
La información del cuerpo en tiempo real, el espacio que rodea al cuerpo y los sentimientos subjetivos del cuerpo son representados en regiones multisensoriales, dijo el Dr. Blanke. Y si estas regiones son estimuladas directamente por una corriente eléctrica, como en los casos de las dos mujeres que estudió, la integridad del sentido del cuerpo puede alterarse.
Como ejemplo, el Dr. Blanke describió el caso de una estudiante de 22 años que tenía electrodos implantados en el hemisferio izquierdo de su cerebro en 2004.
“Estábamos comprobando las áreas del lenguaje”, dijo el Dr. Blanke, cuando la mujer giró su cabeza hacia la derecha. Eso no tenía sentido, dijo él, ya que el electrodo no estaba cerca de ningún área que involucrase el control del movimiento. En lugar de eso, la corriente estaba estimulando un área multisensorial llamada giro angular.
El Dr. Blanke aplicó de nuevo la corriente y de nuevo la mujer giró su cabeza hacia la derecha. “¿Por qué hace eso?”, preguntó él.
La mujer contestó que tenía la extraña sensación de que otra persona estaba tumbada bajo ella en la cama. La figura, dijo, parecía como una “sombra” que no se movía ni hablaba; era joven, más como un hombre que como una mujer, y quería impedirle algo.
Cuando el Dr. Blanke desconectó la corriente, la mujer dejó de mirar a la derecha, y dijo que la presencia extraña había desaparecido. Cada vez que aplicaba de nuevo la corriente, de nuevo la chica giraba su cabeza para intentar ver la sombría figura.
Cuando la mujer se sentó, se inclinó hacia delante abrazando sus rodillas, dijo que sintió como si la sombra del hombre estuviese también sentada y estuviese agarrándola en sus brazos. Dijo que era un sentimiento desagradable. Cuando sostuvo una carta en su mano derecha, informó que la sombra estaba intentado quitársela. “Él no quiere que la lea”, dijo.
Debido a que la presencia imitaba la postura y posición del paciente, el Dr. Blanke concluyó que el paciente estaba experimentando una percepción inusual de su propio cuerpo, como un doble. Pero por razones que los científicos no han sido capaces de explicar, dice, ella no se dio cuenta de que era su propio cuerpo lo que estaba sintiendo.
El sentimiento de la sombría presencia puede tener lugar sin estimulación eléctrica cerebral, dijo el Dr. Brugger. Ha sido descrito por personas que pasan por pérdidas sensoriales, como en alpinistas escalando en grandes altitudes o marineros cruzando solos el océano, y por gente que ha sufrido apoplejías menores u otras interrupciones en el flujo de sangre al cerebro.
Hace seis años, otro de los pacientes del Dr. Blanke pasó por estimulación cerebral de un área multisensorial distinta, el giro angular, que combina la vista con el sentido del cuerpo. El paciente experimentó una completa experiencia fuera del cuerpo.
Cuando fluía la corriente, ella dijo: “Estoy en el techo. Estoy mirando hacia abajo a mis piernas”.
Cuando la corriente cesó, dijo: “Estoy de vuelta en la mesa. ¿Qué ha sucedido?”.
Posteriores aplicaciones de corriente devolvieron a la mujer al techo, causándole una sensación como si estuviese fuera de su cuerpo, flotando, con sus piernas colgando bajo ella. Cuando cerró sus ojos, tuvo la sensación de incorporarse, con la parte superior de su cuerpo acercándose a sus piernas.
Dado que la posición que sentía la mujer en el espacio y su posición real no concordaban, su mente trataba de encontrar la mejor forma de transformar su confusión en una experiencia coherente, dijo el Dr. Blanke. Ella llegó a la conclusión de que debía estar flotando y fuera de su cuerpo mientras miraba hacia abajo.
Algunos esquizofrénicos, dijo el Dr. Blanke, experimentan ilusiones paranoicas y el sentimiento de que alguien les persigue. También a veces confunden sus propias acciones con las de otra gente. Aunque la causa de estos síntomas no es conocida, dice, las áreas de proceso multisensorial pueden estar involucradas.
El que la gente normal experimente ilusiones corporales, dijo el Dr. Blanke, a menudo es un misterio. La sensación del cuerpo es tan fluida, tan familiar, que la gente no se da cuenta de que es una creación de su cerebro, incluso cuando algo va mal y el cerebro es perturbado.
Aún así la sensación de integridad corporal es duplicada con facilidad, dijo el Dr. Blanke.
Y aunque podemos estar tentados de invocar a lo sobrenatural cuando esta sensación corporal se tuercen, él dice que la explicación es una muy natural, l cerebro trata de darle sentido a la información en conflicto.
Recientes investigaciones sugieren que este tipo de experiencias están ligadas exclusivamente al proceso de las señales por parte del cerebro.
Hay sensaciones espeluznantes, más comunes de lo que se podría pensar: Un hombre describe la sensación de la figura de una sombra que se encuentra tras él, pero cuando se gira para buscarla no encuentra nada. Una mujer se siente abandonando su cuerpo y flotando en el espacio, mirando hacia abajo su propio cuerpo.
Tales experiencias son a menudo atribuidas, por aquellos que las tienen, a fuerzas paranormales.
Pero de acuerdo con los recientes trabajos de los neurocientíficos, pueden ser inducidos enviando suaves corrientes eléctricas a puntos del cerebro. En una mujer, por ejemplo, una descarga en una región del cerebro llamada giro angular dio como resultado la sensación de que estaba sostenida en el techo, mirando su cuerpo que estaba debajo. En otra mujer, una corriente eléctrica sobre el giro angular produjo el sentimiento extraño de que alguien estaba tras ella, intentado interferir en sus acciones.
Las dos mujeres estaban siendo evaluadas para una intervención quirúrgica de epilepsia en el Hospital Universitario de Ginebra, donde los doctores implantaron docenas de electrodos en sus cerebros para marcar el tejido anormal causante de los ataques y para identificar áreas adyacentes involucradas en el lenguaje, audición y otras funciones esenciales que deberían evitarse en la intervención. Cuando se activó cada electrodo, estimulando una parte distinta del tejido cerebral, se preguntó al paciente por lo que estaba experimentando.
El Dr. Olaf Blanke, neurólogo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza, que fue quien llevó a cabo los procedimientos, dijo que las mujeres tenían un historial psiquiátrico normal y que estaban aturdidas por la naturaleza extraña de sus experiencias.
El número del 21 de septiembre de la revista Nature incluye un artículo hecho por el Dr. Blanke y sus colegas de la mujer que sintió la sombra de una persona tras ella. Describieron las experiencias fuera del cuerpo en el número de febrero de 2004 de la revista Brain.
No hay nada místico en estas fantasmales experiencias, dijo Peter Brugger, un neurocientífico del Hospital Universitario de Zurich, quien no estaba involucrado en los experimentos pero es un experto en los miembros fantasmas, la sensación de sentir que se te ha amputado un miembro, y otros fenómenos de distorsión cerebral.
“La investigación demuestra que el ‘yo’ puede ser separado del cuerpo y puede vivir una existencia fantasma por sí mismo, como en una experiencia fuera del cuerpo, o puede sentirse fuera de un espacio personal, en un sentido de presencia”, dijo el Dr. Brugger.
Los científicos han conseguido una nueva comprensión de estas extrañas sensaciones corporales así como nuevos conocimientos sobre cómo trabaja el cerebro, dijo el Dr. Blanke. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que algunas áreas del cerebro combinan información de varios sentidos. La vista, oído y tacto son procesados inicialmente en las regiones sensoriales primarias. Pero entonces fluyen juntas, como afluentes hacia un río, para crear toda la percepción de una persona. Un perro es reconocido visualmente mucho más rápido si está simultáneamente acompañado del sonido de su ladrido.
Estas regiones de procesado multisensorial también desarrollan las percepciones del cuerpo al moverse a través del mundo, dijo el Dr. Blanke. Los sensores de la piel proporcionan información sobre la presión, dolor, frío y sensaciones similares. Los sensores de las uniones, tendones y huesos le dicen al cerebro dónde está posicionado el cuerpo en el espacio. Los sensores de los oídos registran el sentido del equilibrio. Y los sensores de los órganos internos, incluyendo el corazón, el hígado y los intestinos, proporcionan una lectura del estado emocional de una persona.
La información del cuerpo en tiempo real, el espacio que rodea al cuerpo y los sentimientos subjetivos del cuerpo son representados en regiones multisensoriales, dijo el Dr. Blanke. Y si estas regiones son estimuladas directamente por una corriente eléctrica, como en los casos de las dos mujeres que estudió, la integridad del sentido del cuerpo puede alterarse.
Como ejemplo, el Dr. Blanke describió el caso de una estudiante de 22 años que tenía electrodos implantados en el hemisferio izquierdo de su cerebro en 2004.
“Estábamos comprobando las áreas del lenguaje”, dijo el Dr. Blanke, cuando la mujer giró su cabeza hacia la derecha. Eso no tenía sentido, dijo él, ya que el electrodo no estaba cerca de ningún área que involucrase el control del movimiento. En lugar de eso, la corriente estaba estimulando un área multisensorial llamada giro angular.
El Dr. Blanke aplicó de nuevo la corriente y de nuevo la mujer giró su cabeza hacia la derecha. “¿Por qué hace eso?”, preguntó él.
La mujer contestó que tenía la extraña sensación de que otra persona estaba tumbada bajo ella en la cama. La figura, dijo, parecía como una “sombra” que no se movía ni hablaba; era joven, más como un hombre que como una mujer, y quería impedirle algo.
Cuando el Dr. Blanke desconectó la corriente, la mujer dejó de mirar a la derecha, y dijo que la presencia extraña había desaparecido. Cada vez que aplicaba de nuevo la corriente, de nuevo la chica giraba su cabeza para intentar ver la sombría figura.
Cuando la mujer se sentó, se inclinó hacia delante abrazando sus rodillas, dijo que sintió como si la sombra del hombre estuviese también sentada y estuviese agarrándola en sus brazos. Dijo que era un sentimiento desagradable. Cuando sostuvo una carta en su mano derecha, informó que la sombra estaba intentado quitársela. “Él no quiere que la lea”, dijo.
Debido a que la presencia imitaba la postura y posición del paciente, el Dr. Blanke concluyó que el paciente estaba experimentando una percepción inusual de su propio cuerpo, como un doble. Pero por razones que los científicos no han sido capaces de explicar, dice, ella no se dio cuenta de que era su propio cuerpo lo que estaba sintiendo.
El sentimiento de la sombría presencia puede tener lugar sin estimulación eléctrica cerebral, dijo el Dr. Brugger. Ha sido descrito por personas que pasan por pérdidas sensoriales, como en alpinistas escalando en grandes altitudes o marineros cruzando solos el océano, y por gente que ha sufrido apoplejías menores u otras interrupciones en el flujo de sangre al cerebro.
Hace seis años, otro de los pacientes del Dr. Blanke pasó por estimulación cerebral de un área multisensorial distinta, el giro angular, que combina la vista con el sentido del cuerpo. El paciente experimentó una completa experiencia fuera del cuerpo.
Cuando fluía la corriente, ella dijo: “Estoy en el techo. Estoy mirando hacia abajo a mis piernas”.
Cuando la corriente cesó, dijo: “Estoy de vuelta en la mesa. ¿Qué ha sucedido?”.
Posteriores aplicaciones de corriente devolvieron a la mujer al techo, causándole una sensación como si estuviese fuera de su cuerpo, flotando, con sus piernas colgando bajo ella. Cuando cerró sus ojos, tuvo la sensación de incorporarse, con la parte superior de su cuerpo acercándose a sus piernas.
Dado que la posición que sentía la mujer en el espacio y su posición real no concordaban, su mente trataba de encontrar la mejor forma de transformar su confusión en una experiencia coherente, dijo el Dr. Blanke. Ella llegó a la conclusión de que debía estar flotando y fuera de su cuerpo mientras miraba hacia abajo.
Algunos esquizofrénicos, dijo el Dr. Blanke, experimentan ilusiones paranoicas y el sentimiento de que alguien les persigue. También a veces confunden sus propias acciones con las de otra gente. Aunque la causa de estos síntomas no es conocida, dice, las áreas de proceso multisensorial pueden estar involucradas.
El que la gente normal experimente ilusiones corporales, dijo el Dr. Blanke, a menudo es un misterio. La sensación del cuerpo es tan fluida, tan familiar, que la gente no se da cuenta de que es una creación de su cerebro, incluso cuando algo va mal y el cerebro es perturbado.
Aún así la sensación de integridad corporal es duplicada con facilidad, dijo el Dr. Blanke.
Y aunque podemos estar tentados de invocar a lo sobrenatural cuando esta sensación corporal se tuercen, él dice que la explicación es una muy natural, l cerebro trata de darle sentido a la información en conflicto.
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