Avances en lectura del pensamiento mediante un escáner celebral
http://www.microsiervos.com/archivo/ciencia/avances-lectura-mente.html
Interesante artículo en The Guardian donde cuentan un reciente experimento sobre lectura de la mente, llevado a cabo en la Carnegie Mellon. Después de entrenar a un ordenador con escáneres del cerebro de unos voluntarios (a través de resonancias magnéticas), un software es capaz de reconocer «nombres» de cosas con la persona está pensando, incluso aunque no hayan formado parte del entrenamiento.
La técnica se base en el reconocimiento de patrones entre los nombres de las cosas y ciertos verbos (tales como ver, oler, tocar, correr, temer) y cómo se codifican en el cerebro durante la actividad neuronal. El software utiliza el análisis de textos que contienen más de un billón de palabras para establecer las relaciones y patrones entre verbos y nombres que forman parte del entrenamiento para luego «adivinarlos» a partir de la actividad cerebral. Por ejemplo, el ordenador aprende que una palabra como manzana se almacena en las áreas del gusto, olfato, masticar y otras.
El metodo todavía está en pañales: funciona relativamente bien –un 77% de aciertos– con respuestas entre dos opciones, pero desde luego no con «pensamientos en general». Además requiere entrenamiento previo, por lo que nuestros más íntimos pensamientos todavía están a salvo… aunque todo se andará. Al menos dicen que sirve como desmotración que establece experimentalmente la relación entre cómo se usan las palabras del lenguaje cotidiano y la actividad neuronal que se puede registrar.
(Vía Kottke)
Interesante artículo en The Guardian donde cuentan un reciente experimento sobre lectura de la mente, llevado a cabo en la Carnegie Mellon. Después de entrenar a un ordenador con escáneres del cerebro de unos voluntarios (a través de resonancias magnéticas), un software es capaz de reconocer «nombres» de cosas con la persona está pensando, incluso aunque no hayan formado parte del entrenamiento.
La técnica se base en el reconocimiento de patrones entre los nombres de las cosas y ciertos verbos (tales como ver, oler, tocar, correr, temer) y cómo se codifican en el cerebro durante la actividad neuronal. El software utiliza el análisis de textos que contienen más de un billón de palabras para establecer las relaciones y patrones entre verbos y nombres que forman parte del entrenamiento para luego «adivinarlos» a partir de la actividad cerebral. Por ejemplo, el ordenador aprende que una palabra como manzana se almacena en las áreas del gusto, olfato, masticar y otras.
El metodo todavía está en pañales: funciona relativamente bien –un 77% de aciertos– con respuestas entre dos opciones, pero desde luego no con «pensamientos en general». Además requiere entrenamiento previo, por lo que nuestros más íntimos pensamientos todavía están a salvo… aunque todo se andará. Al menos dicen que sirve como desmotración que establece experimentalmente la relación entre cómo se usan las palabras del lenguaje cotidiano y la actividad neuronal que se puede registrar.
(Vía Kottke)
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